PRONUNCIAMIENTO: ANTE LA CRISIS ACTUAL DEL AGAVE TEQUILANA WEBER


Desde que la industria del tequila comenzó su proceso de internacionalización, en la segunda mitad del siglo XX, cíclicamente se han presentado “crisis del agave” las cuales, andando el tiempo, han demostrado que el problema no es la falta de planeación sino la forma en que la industria organiza la producción de agave. En consecuencia, por más que se afirme que se ha aprendido la lección, como se sostenía en 1999 luego de aquella crisis, los períodos de sobreoferta y después de sobredemanda seguirán siendo recurrentes mientras no se ensaye una forma diferente de relacionarse con los manejadores de agave, así como un compromiso real por mantener ecosistemas sanos.
La crisis que ahora atraviesa la producción tequilera (2016-2017) involucra problemas siempre presentes: Crecimiento del mercado, reducción de la superficie cultivada debido a caída del precio, aumento de plagas, degeneración de hijuelos, alta dependencia de abonos, bajo rendimiento de las tierras y manejo deficiente. A estos se agregan otros recientes como el crecimiento de la demanda por productores de miel, jarabe, inulina, fructanos de agave azul.
Ahora hemos tomado conciencia de las reacciones en cadena que las crisis provocan. Por ejemplo, el control que ya se tiene del agave maduro –de 6 a 7 años- y que ha encarecido el kilogramo de agave llevándolo a los 16 pesos, ha provocado especulación y acaparamiento de los cultivos que se encuentran entre los 3 y los 5 años, con la finalidad no sólo de reservarlos sino de cosecharlos aún en edades inapropiadas. Si se sigue jimando agave tierno, se perderán varias generaciones de agaves, rompiendo una vez más el escalonamiento de plantaciones, y con ello, la cadena trófica de la cual el agave forma parte.
Murciélagos, mariposas e insectos se nutren de los agaves, al mismo tiempo que los polinizan. Su presencia posibilita a su vez la aparición de otros animales, aves, insectos y microorganismos que mejoran las condiciones de los ecosistemas, por ello es que las crisis del agave son desestabilizadores no deseados, porque sus efectos trascienden la preocupación de los volúmenes de producción de tequila y la capacidad de respuesta a las necesidades del mercado. Se ponen también en riesgo las condiciones en las cuales se podrá producir esta bebida en el futuro cercano.
Dada esta situación crítica del agave, el proyecto Bat Friendly Tequila and Mezcal™ tiene un profundo compromiso con productores de agave para que el alimento del principal polinizador de estas plantas mantenga sus rutas migratorias y su función dentro de los ecosistemas, propiciando así la conservación de la biodiversidad.
El proyecto piloto contempla tanto Agave tequilana Weber como otros magueyes requeridos para elaborar mezcal. En ambos casos, la participación de los manejadores de maguey es de vital importancia. Sin embargo, dada las prácticas agronómicas influenciadas por las grandes corporaciones de la industria tequilera, prácticamente el 98% de los manejadores de maguey azul han cambiado sus prácticas de manejo, intensificándolas, y haciéndolas dependientes de grandes cantidades de agroquímicos. Estas características los distancian de la mayoría de los productores de mezcales.
El principal acuerdo con los productores de agave para elaborar estos destilados, es que al menos el 5% de los agaves que lleguen a la madurez se les permita desarrollar su inflorescencia y completar su ciclo reproductivo. Este porcentaje fue calculado con base en investigaciones ecológicas y es indispensable para asegurar el alimento de una población sana de murciélagos magueyeros. El acuerdo contempla también la recolecta de la semilla generada por el servicio de polinización proporcionado por los murciélagos que visitaron y se alimentaron en los quiotes dejados con este propósito. Estas semillas se sembrarían en viveros, para producir plantas allí mismo.
Muchos de los productores de mezcales ya realizan esta práctica porque siguen siendo campesinos y trabajan con los ciclos del campo. Sin embargo, los productores de tequila hace tiempo abandonaron la práctica de dejar crecer los quiotes en sus tierras ya que les representa “una pérdida”. Bat Friendly™ insiste en la necesidad de sensibilizar a más industriales y manejadores de agave de los beneficios de esta práctica. En el proyecto encabezado por el Doctor Rodrigo Medellín (UNAM) se verifica que sea al menos el 5% de la población la que estén “quiotando”, y que los murciélagos estén visitando ese predio para ser considerado como viable, y a partir de ahí se sensibiliza a los productores sobre las ventajas ecológicas que tiene este tipo de manejo.
El objetivo de este trabajo es el de beneficiar a toda la cadena de producción de estos destilados, desde el productor que pueda mejorar o aumentar sus prácticas de sustentabilidad y contribuir a conservar la biodiversidad, hasta el consumidor que va a beber un destilado proveniente de este esfuerzo y con una perspectiva de mejoramiento ambiental y por ende, mejora de calidad y preservación en el mismo destilado.
El proyecto tiene potencial en muchos rubros. El principal es la conservación de especies de murciélagos y sus rutas migratorias para asegurar los servicios que brindan estos mamíferos a la polinización de numerosas especies de plantas de las cuales también se alimentan. Con ello, se contribuye a mantener la diversidad genética necesaria para que tales especies sobrevivan ante plagas y cambios en las condiciones climáticas. Ello a su vez favorece la reducción del uso de agroquímicos, lo que beneficia la calidad del agua, aire, suelo y todo lo que crezca en éste.
Por tal motivo
Manifestamos nuestra preocupación por las crisis del agave tequilero, las cuales no son inevitables. Como procesos cíclicos se vuelven cada vez más peligrosos y con consecuencias más severas que costará mucho revertir. La expansión del cultivo o la colonización de tierras vírgenes para su cultivo no es la alternativa.
Nos pronunciamos porque este tipo de problemas dejen de ser temas tabú y sean discutidos por los diferentes sectores involucrados, en aras de trabajar en otras formas de organización donde el cuidado del ambiente, la trazabilidad de la cadena productiva, con claridad en sus buenas prácticas agronómicas y de manejo de las magueyeras, sean parte de los valores agregados de las industrias tequilera y mezcalera.
Argumentamos además, que para garantizar lo anterior, es imprescindible monitorear las condiciones de vida de jornaleros y campesinos, actores directos en la salud de los ecosistemas; por ello es preciso mejorar salarios y prestaciones y regular los precios del agave a partir de criterios como el de su contribución al ambiente, la disminución de la huella de carbono, su contribución a la mejora del tejido social.
Junta Directiva del Proyecto Piloto Bat Friendly Tequila and Mezcal™   
Rodrigo Medellín L., David Suro Piñera, Ignacio Torres García, Pedro Jiménez, Joaquin Meza, Carlos Camarena.
El Colegio de Michoacán
José de Jesús Hernández López